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ANÓNIMA
Hola,me llamo Patricia, tengo 25 años y desde hace un año soy asidua a las páginas de contactos,hay una concretamente que es la que me tuvo "enganchada" de principio a fin.De esta página, me gusta mucho leer los relatos y me sorprendió mucho los relatos que había de lesbianas, la verdad me gustaba la idea de estar con una mujer, siempre me ha atraído pero sólo en mis fantasías, pero al leer los relatos pasó de ser una fantasía a algo casi obsesivo...Os la pongo por aqui por si queréis entrar(la recomiendo) lesbianas.soloadultosdating.com pero no encontraba la ocasión y esta ocurrió el verano pasado.
Soy morena, no muy alta, 1,68, y algo rellenita, no tengo un cuerpo escultural, pero tengo unas tetas grandes y hermosas y mi culo también es grande, tengo novio, se llama Juan, desde hace 6 años, con el que mantengo relaciones sexuales satisfactorias, pero como les dije antes siempre he fantaseado con tener una relación con una chica, mi novio no lo sabe, y por el momento no se lo voy a contar.
Todo pasó el verano pasado, después de leer varios relatos de lesbianas me entraban ganas de hacer realidad mi fantasía, pero no estaba segura de con quién hacerla realidad.
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Mi novio y yo alquilamos un chalet en el campo con otra pareja, Lola y David, Lola es una chica muy guapa, es más alta que yo, rubia, sus tetas no son tan grandes como las mías, pero las tiene muy bien puestas, y su culo es impresionante, después de estar allí unos días se me ocurrió la idea de intentar hacer realidad mi fantasía con Lola.
Un domingo por la mañana Juan y David se fueron de cacería temprano, les gusta mucho este deporte, y Lola y yo nos quedamos en el chalet, nos levantamos sobre las 12 de la mañana, preparamos el desayuno y después de desayunar nos dimos un baño en la piscina, un rato después estábamos las dos tendidas en el césped tomando el sol.
Empezamos a hablar de cosas sin importancia, hasta que poco a poco fui metiendo el tema de la homosexualidad, muy de moda por entonces, pues había noticias de que se iban a legalizar los matrimonios entre homosexuales, tanto de hombres como de mujeres, ella me dijo que le parecía bien, que cada persona es libre de hacer lo que quiera con su vida, yo cada vez le preguntaba cosas más directas, como si ella admitiría una relación con otra chica, se quedó callada y pensé que había ido demasiado lejos pero su respuesta fue afirmativa, me contestó que si a ella le gustara una chica no se lo pensaría dos veces y que le daría igual lo que pensaran los demás.
Yo no sabía cómo reaccionar, mi fantasía se podía hacer realidad y con una chica guapa como Lola, ella me miró y me dijo que por qué le preguntaba eso, que si a mí me gustaban las chicas, me puse colorada y ella empezó a reírse, yo le contesté que tenía una fantasía pero que no estaba muy segura de querer hacerlo.
Lola entonces se incorporó y mirándome a los ojos me dijo: si quieres podemos probar, este comentario me dejó perpleja, no esperaba esa reacción de mi amiga, no sabía qué contestar, pero antes de poder reaccionar Lola se había acercado a mi cara y me estaba besando en la boca, no supe qué hacer, pero al sentir sus labios cálidos tocar los míos me dejé llevar y abrí mi boca para recibir su lengua, experimenté algo nuevo al sentir esa lengua explorar mi boca, juntarse con mi lengua y jugar, entonces Lola se separó de mí un poco y me dijo al oído: estaba esperando este momento desde hace tiempo.
El comentario me dejó aún más indecisa, pero ya había jugado mis cartas y no podía echarme hacia atrás, así que decidí seguir con el juego.
Lola empezó a besarme el cuello, esto me enloquecía, pasaba sus manos por mis pechos, los acariciaba por encima del bikini, mientras su lengua exploraba mi cuello y orejas, yo estaba experimentando algo totalmente nuevo y me dejaba hacer.
Me quitó con mucho cuidado la parte de arriba del bikini y aparecieron mis grandes tetas coronadas por unos grandes pezones oscuros, totalmente excitados por las caricias, su lengua se deslizó hasta ellos y empezó a succionarlos con rapidez, yo me estremecía de placer con esas caricias y Lola se
daba cuenta que me gustaba, por lo que no paraba de besar y morder mis pezones, mientras apretaba mis tetas con sus manos, yo no quise quedarme atrás y empecé a acariciar su espalda y bajar mis manos hasta su hermoso culo, lo acaricié por encima de su bikini haciendo que Lola se estremeciera con mis caricias.
Al rato estaba yo totalmente desnuda, mi bikini estaba a un lado y Lola pasaba su lengua de un pezón a otro y sus manos bajaban hasta mi entrepierna buscando mi coño, cuando sentí su mano en mi coño experimenté un calor impresionante que me recorrió todo mi cuerpo, estaba excitadísima y Lola se dio cuenta al ver que mi coño estaba totalmente mojado, empezó a lamer mi cuerpo hasta llegar a mi coño, me separó las piernas y buscó mi preciado trofeo, no lo pensó dos veces y metió su cabeza entre mis piernas, lamiendo por todos lados, yo no podía más, el placer era irresistible, estaba a punto de explotar y tener mi primer orgasmo, pero ella sabía qué hacer, me separó el vello y empezó a lamer mi coño con delicadeza, buscando mi clítoris y jugando con él.
Dándole pequeños mordiscos e introduciendo su lengua dentro de mi coño, yo no podía más y entre grandes gemidos tuve mi primer orgasmo, mi cuerpo se tensó y Lola siguió lamiendo mientras su boca se llenaba de mis jugos, era lo mejor que me había pasado en mi vida, era fantástico, pero Lola no paró y siguió lamiendo, metía su lengua dentro de mi coño, me besaba el clítoris y mi ano, esto me puso otra vez casi al borde del orgasmo, su lengua recorría todo mi coño hasta llegar a mi ano, se introducía en él y otra vez a mi coño, yo no paraba de gemir y mover mis caderas al ritmo de la lamida que me estaba proporcionando Lola, me apretaba mis tetas con las manos y pellizcaba mis pezones, el placer era inmenso y no quería que acabara nunca, entonces Lola me introdujo un dedo en mi coño y empezó a follarme con él, entraba con facilidad gracias a la humedad producida por mi orgasmo, pronto tenía dos dedos dentro de mi coño, luego tres, me follaba con tres dedos y mis movimientos y gemidos iban en aumento, entonces me saca los dedos del coño y mojados por mis flujos empezó a meterlos en mi ano, sentía un calor increíble por mi cuerpo al introducirme el primer dedo en mi culo, lo movía de forma circular y mi ano se acomodaba a su dedo, entonces metió otro y empezó un movimiento de mete y saca que hizo que llegara mi segundo orgasmo, más intenso que el anterior, entre gemidos de placer y movimientos de pelvis, tensé mi cuerpo y quedé casi exhausta por el placer recibido, pero con ganas de darle el mismo placer a ella.
Me levanté, la tendí en el césped y le quité el bikini, tus tetas aparecieron ante mí, deliciosas, con unos pezones duros por la excitación que tenía, no me lo pensé dos veces y me lancé a devorarlos, los besé, los lamí, los chupé, se estremecía de placer con lo que le estaba haciendo, mis manos apretaban sus pechos y sus pezones, pero quería experimentar lo que se sentía al lamer un coño, abrí sus piernas e introduje mi cabeza entre ellas, el sabor era delicioso, lamí su coño con desesperación, haciendo que Lola gimiera y casi chillaba de placer, esto me excitaba aún más y hacía que mi ritmo aumentará, mi lengua se introducía en su coño, en su culo, jugaba con su clítoris e introducía un dedo en su lubricado coño, Lola gemía cada vez más, estaba a punto del orgasmo así que aumenté el ritmo de mi dedo, lo introducía cada vez más deprisa y ella me acompañaba con movimientos de su cuerpo.
Lola entre gemidos me dijo que le lamiera el culo, y le metiera un dedo, yo no lo dudé y empecé a lamer ese agujero desconocido para mí, pues nunca había lamido uno, pero su sabor me gustaba y sentía los gemidos de placer que le estaba propinando a Lola, esto y mi excitación hizo que lamiera cada vez más y más hasta que su culo se relajó y pude introducirle dos dedos, Lola al sentirlos dentro empezó a gritar: mássss….méteme maaasssssss…..quiero que me rompas el culo….maaaaaasssss…..maaaaaaaas s, yo al oír esto me excité mucho más y no lo dudé e introduje tres dedos, ella se movía como una loca y no paraba de gritar que le metiera más, le introduje el cuarto dedo
e intensifiqué el ritmo de los movimientos de mete y saca de mis dedos en su culo, pronto Lola llegó al orgasmo, dando grandes gritos y tensando su cuerpo.
Yo empecé a lamer su coño bebiendo sus jugos, nunca había probado una cosa tan buena, limpié el coño de Lola y luego la besé para que pudiera deleitar sus jugos tal y como yo lo hacía, quedamos tendidas en el césped durante un rato y luego Lola me dijo que había sido la mejor experiencia de su vida.
Me confesó que no era la primera vez que lo había hecho con una mujer, pero que sí había sido la mejor.
Como comprenderán ese fue el mejor verano de mi vida, y esta experiencia me ha cambiado bastante, ahora disfruto mucho más de las relaciones sexuales, todavía sigo con mi novio, y disfruto mucho con las relaciones sexuales con él, pero me gustan más las que practico con Lola y algunas amigas que tenemos ahora.
Pero esto se los contaré en otro momento, ahora mismo me pongo a escribir la siguiente experiencia que hemos tenido las dos, para mi fue muy fuerte, pero muy placentera al mismo tiempo.
💋🏳️⚧️LA TRANS CONVALECIENTE🏳️⚧️💋
ANÓNIMO
1ªparte
Hola,os cuento...tuve que operarme por una intervención a la que me tuve que someter por el estrangulamiento de un testículo, llevaba como un mes utilizando bragas de mi esposa para que nada me rozara los puntos. El caso es que me sentía cómodo con ellas, a fuerza de ser sincero, ya podría ponerme mis slip, pero mi mujer cada vez que yo me duchaba me ponía en el vestidor un conjunto diferente. En un principio me dejaba las suyas, pero a la semana de mi operación compro un verdadero arsenal para que las usará yo. Y no las adquirió normales, todas eran de colores llamativos, o con lacitos, e incluso tangas.
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A mi me sorprendió que las trajera así, pero su contestación fue que esas eran mucho más bonitas y que ya que usaba bragas que por lo menos que me sentarán bien y que ella me quería ver atractivo. Como la operación fue en verano y el calor era importante y a parte de que nuestra casa era independiente y disponíamos de una parcela grande, casi todo el tiempo que estábamos en nuestro hogar, andábamos en bragas los dos. Ya antes de casarnos habíamos decidido no tener hijos, nos gustaba mucho viajar y eso nos iba a restringir mucho. Mi esposa era funcionaria y yo, ya hacía mucho que trabajaba desde casa,aprovechaba las tardes para meterme en una página trans(muy recomendable)crossytrans.com he de reconocer que he conocido mucha gente que sin pensarlo hubiese quedado.Me encanta ese mundo.
En la última, dudé si poner debajo de mis pantalones un slip, pero pensé que nadie sabría que lo que llevaba era un precioso tanga negro, con el cual me sentía muy cómodo. Allí por primera vez, y estando rodeado prácticamente de solo hombres, me sentí diferente, estuve excitado, y calibraba cual era guapo, cual se veía limpio e incluso me fijaba en los paquetes que se marcaban en sus pantalones. Pues después de la reunión cogí el autobús a mi casa, no me apetecía ir en coche. Como era mediodía iba llenísimo, y todo el personal íbamos como sardinas en lata. Al cabo de una o dos paradas, note que quien iba detrás mío se apretaba contra mis nalgas de una manera muy especial, notaba su aliento en mi nuca y algo duro rozaba con mi culo. Estuve tentado de volverme e increparle, pero cai en la cuenta de que podría ser involuntario y tal vez provocaría una discusión sin motivo.
Al mismo tiempo, note que poco a poco me iba excitando también. Decidí empujar un poco mi trasero hacia atrás y sin duda lo que me rozaba era una polla, y no una cualquiera sino una de muy buen tamaño. Además sin motivo de frenazos ni curvas, notaba como me culeaba, quien fuera que me lo estuviera haciendo, jugaba a follarme, yo nunca había estado con un hombre, pero aquello me estaba poniendo a mil. Mi parada se aproximaba, pero mi hombre desconocido cada vez se rozaba con más fuerza y velocidad, incluso su mano derecha ya estaba agarrando mi cintura y note perfectamente como llegaba al orgasmo, notaba algo de humedad en mi culo, yo llevaba un pantalón de lino, y seguro que estaba absorbiendo la lechada de mi amante. Llegué a mi parada y una voz ronca me dijo al oído,
—Adiós reina....
No soy consciente de si alguien lo había presenciado, pero fui incapaz de mirar hacia el bus cuando arrancó y se alejaba. Llegué a casa recomiendome la vergüenza. Como podía haberme dejado algo así? Yo nunca había tenido dudas sobre mi sexualidad, pero hoy todo había cambiado, me había excitado mirando hombres, y ahora me había dejado rozar por un desconocido, que incluso había eyaculado sobre mí. Mi mujer, que ya me estaba esperando, me saludo y me dijo porque venía tan rojo, disumulé y la dije que era por el calor y que iba a ducharme antes de comer para refrescarme. En el baño, me arranque casi la ropa, y allí estaba la mancha, justo en la costura de las dos nalgas, la oli, era semen, todavía estaba grumoso, caliente. Justo cuando lo tenía en mi nariz, ella entró en el baño.
—Que haces?
Estoy seguro que lo leyó en mi mente, arrancó los pantalones de mis manos, y también olio la mancha.
—Quién te ha follado amor?
Entre casi lágrimas, la intenté explicar lo que había ocurrido, no la dije que yo había colaborado, sino que simplemente que alguien se había rozado conmigo y que debido a toda la gente que iba en el bus me había sido imposible encararme con mi acosador. Ella escuchaba sin reacciones aparentes, ni una palabra de su boca. Se produjo un silencio extraño. Al fin hablo.
—Tranquila cielo, este día tenía que llegar, hace mucho que sabía que pasaría, por fin eres tú.
—Me has hablado en femenino? No te entiendo. No te rías de mí.
—Cariño, aunque no lo quieras reconocer, y no te hayas dado cuenta hasta ahora, yo siempre lo he sospechado, eres mi marido, pero siempre te he visto como una amiga o una hermana. Eres femenina, tu cuerpo te delata, tus gestos, tus ganas de hablar conmigo de moda o de maquillajes, tu obsesión por la depilación, tu melena rubia, y por último, hoy, ir a trabajar en tanga, en lugar de slips. Siempre la gente me lo ha dicho. Y desde hace unos años para ahora mis sospechas se iban confirmando. Te voy a querer aún más, y mi apoyo lo vas a tener para siempre, solo hace falta que tu reconozcas lo que eres. Que te reconozcas. Las dos seremos plenamente felices.
Siguió hablando, pero yo, ya no la escuchaba, solo lloraba, negaba con la cabeza, pero en mi interior, sabía que tenía razón. Hoy algo había despertado para mí, pero el resto del mundo ya lo sabía. Al momento me introdujo en la ducha. Ella me enjabonaba acariciándome. Me hablaba muy dulce. Sus besos eran suaves. Yo intentaba abrazarla, corresponder a sus besos, pero ella no lo permitía, decía que ahora yo era su nenita. Salió del baño y dijo que la esperara. Volvió, con su consolador en la mano.
—Vas a experimentar tu primer orgasmo femenino. Y yo te lo voy a proporcionar. Después de tu experiencia en el autobús, te darás cuenta que las chicas también tenemos que culminar.
Yo la pedía por favor que no lo hiciera, que no quería, pero era una batalla perdida. El control era de ella. Era una nenita perdida, y la mariposa estaba a punto de salir de su capullo. Debido a su forma de enjabonarme, sus dedos ya jugaban en mi interior. Sus besos me deshacían, sus susurros me arrastraban. Mi cerebro reaccionó y la pedí que lo hiciera.
Hola a todos,hoy es un día especial para los dos. Podría decir que cada día desde que la conozco o desde que soy de su propiedad lo es, y no mentiría. Pero hoy es un día especial porque es nuestro cumpleaños. Sí, los dos cumplimos el 4 de marzo, aunque con un puñado de años de diferencia a mi favor (o en mi contra, según se mire).
Continuará...
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ANONIMO. ESPAÑA SWINGER
Hola a todos.
Mi pareja y yo, nos metimos en una página de contactos www.parejasliberales69.es para tratar de contactar con alguna pareja con las mismas inquietudes que nosotros. A pesar de que no albergamos mucha esperanza, en veinte minutos encontramos una que se encontraba casualmente en nuestra misma ciudad, buscando lo mismo que nosotros. Quedamos en un lugar concreto y fuimos a encontrarnos.
Nos vimos en la entrada de un pub. Tenían buena presencia: él alto, moreno, bien formado; ella era más bajita, delgada, con gafas y un poco introvertida. Tomamos unas copas, mientras conversábamos para ver si éramos compatibles. Costó poco decidir que pasaríamos un rato juntos esa noche.
Tras decirnos que se alojaban en un hostal cercano, los cuatro nos dirigimos hacia allí. La habitación era pequeña, con pocos muebles y una cama de matrimonio. Suficiente. La idea era tener sexo con la pareja del otro. El compañero de la chica me avisó de que era mejor empezar cada uno con su pareja, ya que ella estaba algo nerviosa. Yo también lo estaba. No paraba de preguntarme qué hacía allí, pero ya no había vuelta atrás y la excitación me empujaba. Nos tumbamos las dos parejas, una al lado de la otra y comenzamos a desnudarnos mientras nos besábamos.
Yo andaba quitando prendas entre beso y beso a mi pareja. Era algo rellenita, rubia con carácter, pero de buen corazón. Pronto liberé sus grandes senos del sujetador, mostrando unos pezones abultados con una areola amplia y clara. En el derecho, lucía un piercing con el que me gustaba juguetear con la lengua. Mis manos recorrían y amasaban esos enormes y suaves senos, pellizcando sus pezones, y saboreando con mi lengua, que no tardó en bajar por su vientre abultado hasta debajo de su ombligo.
Llegué al borde de sus bragas para bajarlas y mostrar un pubis depilado y sedoso. Comencé a besarlo y a caminar con mi lengua por un lado de los labios mayores para pasar al otro lado y acabar hundiéndose en su húmeda y cálida vulva, hasta tropezar con su clítoris, que lamí con frenesí, provocando sus gemidos.
Al cabo de un rato miré hacia la otra pareja para descubrir que habían ido directos al grano. Él ya se encontraba detrás de ella, a cuatro patas, embistiéndola, mientras jadeaba al ritmo de las acometidas. Al poco le sacó su miembro para eyacular en uno de sus cachetes del culo. Era un pene de buen tamaño, más largo, aunque no tan grueso como el mío, con un glande voluminoso. El semen le chorreaba a la chica del glúteo al muslo mientras se colocaba boca arriba.
Entonces pude ver su cuerpo, con unos pechos poco voluminosos, pero coronados por unos pezones pequeños y saltones. Su pequeño coño lucía lampiño, sin que los labios menores sobresalieran. Era una preciosidad.
El chico seguía empalmado y ella se colocó encima de él y comenzó a cabalgar. Yo me dispuse a penetrar a mi chica ante la atenta mirada de nuestro compañero, que disfrutaba viéndome enterrar mi miembro en su vagina. En medio del desenfreno coital, me atreví a alargar mi mano hacia el trasero de la otra chica y me deleité con el suave tacto de sus nalgas, que subían y bajaban a lo largo del miembro de mi compañero. Mi mano pronto halló el ano de la chica y escuché que susurraba algo, por lo que decidí dejar de tocar esa zona y tratar de bajar un poco más. Sentí sus labios apretados contra esa polla y la llegué a rozar, pero retiré la mano.
Ambos se incorporaron y, tomándola por la cintura, la tumbó sobre mi chica de manera perpendicular, comenzando a bombearla mientras yo seguía penetrando a la mía. Al tener a la otra tan cerca, me animé y la besé con lengua, mientras le amaba uno de sus pequeños senos y pellizcaba sus pezones. El chico volvió a sacar su polla para eyacular una vez más, esta vez, sobre su vientre. Aproveché ese momento para acariciar su pequeño coño, estaba empapado y tenía un tacto aterciopelado. La chica dio un pequeño respingo, ya que mi amiga aprovechó también para tocarle los senos, cosa que ella no esperaba.
Tras una mirada de complicidad, ella se subió encima de mí, mientras que su chico, que sorprendentemente seguía bien erecto, disponía a mi pareja a cuatro patas para penetrarla desde atrás. Cuando su chica se empaló en mi miembro, fue una sensación de cierta estrechez, calidez y humedad que me hicieron estremecer. Por fin estaba follando con aquella preciosa chica, mientras escuchaba jadear a la mía con las embestidas de nuestro compañero. No duré mucho antes de estallar, mientras le amasaba los pechos. Saqué mi pene, envuelto en el preservativo lleno de semen, mientras trataba de recuperar el aliento. Al poco, mi chica, con un grito, se corrió casi al unísono con el otro chico, que increíblemente volvió a eyacular, esta vez, dentro de su condón.
Nos quedamos un rato jadeando tumbados en la cama, casi mezclados y sudorosos. Al poco, mi chica y yo nos vestimos y nos despedimos de aquella parejita que permanecía desnuda sobre la cama.
Ese fue uno de los mejores momentos de mi vida, por eso deseaba contártelo. Narrarlo ha sido como revivir y volver a sentir la emoción de aquel entonces. Echo de menos esa época de mi vida en que el sexo era más divertido. Y es que jamás olvidaré aquella experiencia de sexo a cuatro bandas...